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Hará unos 15 años que no le veía, pero lo recuerdo muy bien. Conocí a Jesús Galán Benavides, Suso, en el Colegio San Agustín de Palma en 1977, cuando hicimos juntos el primer curso de BUP. Aquel fue un año de cambios: nos subían a las nuevas aulas del 3º piso, entraban chicas en el colegio (dos en nuestra clase de casi cuarenta alumnos) y los dos grupos, en que hasta entonces siempre nos habían tenido separados, se convertían en uno solo. Suso venía del grupo A y yo del B; por eso hasta 1º de BUP no habíamos tenido contacto y sólo sabía de él que era hermano de Ana, nuestra profesora de literatura.
Lo recuerdo callado, algo reservado y siempre con cara de soñar despierto. Suso era de esos chicos a quienes todos queremos tener por amigo. Sin ser un líder, era aceptado en el selecto grupo de los “rebeldes” de la clase, pero sin tomar nunca parte de las bromas pesadas que estos solían hacer, como en todas partes, a los empollones y a los más débiles; no recuerdo haberlo visto nunca peleado ni abusando de nadie y creo que a todos nos caía bien. Sin ser el mejor deportista, todos le queríamos en nuestro equipo de fútbol; sin ser el mejor estudiante, todos le queríamos en nuestro grupo de trabajo; sin ser de los más sumisos, tampoco era de los más gamberros ni solía dar dar guerra a los maestros. Suso era el compañero amable y tranquilo con quien se hacía fácil conversar y junto a quien era agradable estar, o así lo recuerdo yo.
Nos ha dejado Suso. Mi pésame a María Ángeles, a Ana y a toda su familia. Ahora descansa en paz y seguro que, allí donde está, seguirá dando paz y buena compañía a los que tenga cerca.
Te dejo abajo una foto donde junto a Suso está justamente Pedro Servera, de quien supe hace poco que también nos dejó. Antonio Borrás, Tolo Homar, Miguel Escanellas y Toni Gelabert completan el añorado grupo de los que ya no están entre nosotros.
Un recuerdo para todos ellos y salud para los que quedamos.
Que podamos añorarlos juntos por muchos años.
17 comments
Preciosas palabras Rafel.Cuando mi hermano Manuel de Miguel Ayala,me mando un mensaje,comunicandome tan triste noticia me invadio tal sentimiento de pena,nostalgia…tantos recuerdos de golpe.Lamentablemente ya se habia celebrado el funeral y esa pena de no haber podido acudir a darle mi ultimo adios me tiene abrumada.Mi mas sentido pesame a la familia,pero en especial a Maria Angeles (compañera de clase mia),y a Ana ,de la que guardo excelente recuerdo como profesora y
como persona.
Mi anecdota con Suso,me concedio el privilegio de regalarme su sonrisa cada vez que nos encontrabamos.Se me ocurrio de repente preguntarle si el nombre de Suso provenia de Susano.Esta anecdota hizo historia en nuestro Colegio y este es el recuerdo que ha perdurado en mi durante mas de 30 años.
Gracias, Teresa, por compartir tu recuerdo de Suso en mi Cuaderno.
Un abrazo!
Mi mas sincero pesame para toda su familia, si la verdad que apenas le recuerdo ya que coincidimos, no es hasta estos momento en el que te das cuenta de lo mayores que nos estamos haciendo.
Un fuerte abrazo a la familia y a todos los que compartimos de una manera u otra esta gran familia.
Gracias a ti, por compartir tus palabras para nuestro amigo Suso en mi Cuaderno.
Mientras mantengamos vivo su recuerdo, Suso pervivirá en nuestra memoria.
Un abrazo, J.C.
Hace unos 12 años aproximadamente, al girar una esquina de la 2 planta del por todos conocido por el antiguo edificio Gesa, sin esperarlo, como buenos mallorquines, un Uep! acompañado por el típico levantamiento de ceja como forma de preguntarse el uno al otro ” I tu, que fas per aqui?”, hemos estado trabajando en departamentos técnicamente dependientes. Excelente profesional y mejor persona durante todo este tiempo que lo he tenido de compañero.
Gracias, Joan, por dejar tu recuerdo de Suso en mi Cuaderno.
Y gracias también por tu visita del viernes. A ver quién más se anima! Que no muerdo! 😉
Una aferrada.
Gracias a tí por recibirme tan amablemente, fue un autentico placer charlar contigo que espero poder repetir.
Me uno al pesar de todos los familiares y compañeros de los que ya no están, y en especial, por lo reciente, al de mi apreciada profesora Ana Galán, agradeciéndole lo mucho que aprendí en sus clases, aunque hubiera podido ser mejor si hubiera prestado más atención.
Esta foto me ha tocado la fibra sensible, recuerdo hasta algunos de vuestros apellidos. Érais mis héroes, los amigos de mi hermano mayor: Munar, Aznar, Capllonch….
Un abrazo y ánimo.
Un abrazo, Javier y gracias por compartir tus sentimientos y tus recuerdos en mi Cuaderno.
Comparto tus sentidas palabras, Rafel. Yo lo definiría como una persona “guapa”, de aquellas por las cuales vale la pena haber compartido amistad. Puede ser lo glosen todas aquellas bellas palabras que no se dicen en vida, porque ya se saben, para no terminar siendo redundante. Unas palabras que por cierto, también definen a Mª Ángeles y sus hijas, Paula y Lorena. Tuve la suerte de poder mantener contacto con él por el hecho que era del círculo de amigos íntimos de mi hermano. Ahora, supongo que como muchos, nos parece que no ha partido. Las personas queridas, no se van nunca y quedan insertadas por siempre en nuestra memoria. Hay un ejercicio psicológico que nos invita a reflexionar sobre nuestro paso por esta vida. Uno se tiene que imaginar el que dirán de nosotros las personas que asistan a nuestro funeral. Dudo que se pudiera encontrar nadie que no hablara bien de Suso.
Una de las últimas actividades en San Agustín es la función teatral en la cual participa el alumnado que tiene que dejar la escuela. Una función que se remonta a nuestra época (te acordarás de nuestra “Barbanieves”), y que en la del año pasado, en la que participó mi hija (era la jubilación de Ana Galán, la verdadera alma mater), acabaron todos vitoreando su nombre, puesto que era el encargado de la parte audiovisual: Suso, Suso, Suso….
Por siempre, amigo.
Por supuesto que recuerdo “Barbanieves y los 7 enanitos“, en la que tú, Joan, eras el espejo mágico, Pedro Servera nuestra Barbanieves -creo recordar además que María Ángeles (un beso y un abrazo muy fuerte, si lees esto) participó en su attrezzo, salpicando su espesa barba (le habíamos obligado a estar varias semanas sin afeitarse) y su negra melena afro de florecillas blancas-, Toni Borrás la voz en off, y Tolo Homar y Suso, los enanos Chupetín y Bostecín. ¿Qué cómo puedo acordarme? Porque hace poco, mi hermano recuperó el guión original, escrito con la vieja Olivetti de mi abuelo y con anotaciones a mano, alguna, creo, de Ana Galán.
Estuve a punto de añadir esta información a mi nota sobre Suso en mi Cuaderno, junto con una foto en la que aparece él en su papel de Bostecín, pero al final decidí que tal vez no era todavía el momento y, por respeto al dolor de la familia, lo reservé para más adelante. Por supuesto, si alguien quiere esa foto, no tiene más que decírmelo y agradeceré a cualquiera que conserve más fotos de aquellos años, que las comparta conmigo, para poder yo compartirlas con todos.
En cuanto a las representaciones teatrales agustinas, Joan, se remontan aún más atrás en el tiempo. Recuerdo que, estando en EGB, fuimos muchos los fans incondicionales de uno de “los mayores”, tras su actuación en una obra de teatro y le perseguíamos a la salida de clase (y eso que aún no había chicas). Era Nando González, uno de los mejores guitarristas de jazz de la escena mallorquina de los años 70, 80 y 90, mano derecha de Joan Biblioni, que dejó Mallorca para irse a Madrid y dedicarse a la interpretación, participando en varios musicales y series de TV. Sin olvidar a la generación anterior a la nuestra, que iniciaron la moda del teatro del absurdo con 2 obras de creación propia: “Muerte para uno; muerte para todos” y “El calcetín sudado de Enrique IV”, algo que nos animó a nosotros a escribir y representar “El Neumático” y “Barbanieves y los 7 enanitos”, bajo la supervisión de Ana Galán, la censura del padre Ramis y la opinión crítica -“fulanito trabajó… bien; menganito trabajó… bien…”- del padre Ignacio.
Me alegra mucho saber que se ha mantenido la tradición, gracias sin duda a la dedicación y el buen hacer de Ana (un abrazo y un beso muy fuertes también, si me estás leyendo, y perdona que me haya evadido por un instante recordando tiempos mejores) y me emociono imaginando el nombre de Suso vitoreado por los chavales, algo que me confirma lo que ya daba por hecho: que Suso ha sido hasta el final de esos extraños ejemplares de nuestra especie a quienes todo el mundo quiere y a quienes todos añoramos cuando nos faltan.
Gracias, Joan, por compartir tus recuerdos en mi Cuaderno, que es también el de todos.
Suso es el hermano pequeño de una gran familia, los Galán. Su padre fue aviador, como el mío, y desde los años 70 compartimos muchas vivencias si bien por la
diferencia de edad nunca tuve una relación cercana. En varias ocasiones aparwcía por su casa y siempre hubo un plato para mí en la
mesa. Durante unas semanas de verano fue alumno mío, clases particulares de matemáticas. Creo que sería el año 1977 y él debía preparar el COU o la selectividad. Para mí era un chico discreto y serio, buen alumno, con interés. Por cosas de la vida, no volví a verle nunca más aunque uno de sus hermanos me tenía al corriente de sus asuntos académicos o profesionales. Siempre orgullosos de él, debo decirlo. DEP y un abrazo a toda su familia.
Gracias, Gaspar, por haber querido compartir tu recuerdo de Suso en mi Cuaderno.
Un abrazo.
Hola Jaume :
Muy bien este sentido homenaje a Suso y al resto de compañeros que ya no están(cuantos momentos especiales compartidos). Salud y suerte para el resto.
Un fuerte abrazo amigo.
Germán
Creo que lo que he escrito podría haberlo firmado perfectamente en nombre de todos. Creo que todos sentimos lo mismo.
Que la tristeza no nos impida recordarlo como se merece: con una sonrisa y reviviendo alguno de tantos buenos momentos compartidos con él.
Un fuerte abrazo también, Germán, y salud, para recordarlo por muchos años.
Muchas gracias en nombre de toda la familia y especialmente en el mío. Así era mi hermano.
¡Cuánto me alegro de leerte!, Ana, aunque sea en estas amargas circunstancias.
Me alivia poder decirte personalmente cómo he sentido la muerte de Suso. Creo que a todos los alumnos de aquel grupo nos une un vínculo que no ha menguado con los años, pero con algunos, y Suso es uno de ellos, siempre he sentido mucho más que eso: complicidad, cariño, amor fraternal… Hace unos años intenté organizar un reencuentro, pero los asuntos personales me pudieron.
Supongo que conocerás mis circunstancias actuales. La tetraplejia me impidió apuntarme a la cena organizada hace tres años, como tantas otras cosas de las que me he visto privado. Tampoco pude estar en el funeral ni abrazarte como me habría gustado. Pero he estado informado y de algún modo me he sentido partícipe gracias a Internet, algo a lo que me mantuve escéptico mientras tuve uso de mi cuerpo y que ahora me ha devuelto, si no la vida, algo que se le parece: he hablado más con mis compañeros agustinos en estos tres últimos años que en los treinta anteriores y ahora me da la ocasión de abrazarte y acompañarte en tu dolor.
Un abrazo muy fuerte, Ana y también a toda tu familia. Que pronto podamos todos alcanzar ese estado emocional en que somos capaces de recordar al ser querido sin que nos invada el abatimiento y en que dejamos de lamentar su ausencia para celebrar el privilegio de haberle conocido.